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Aprender la teoría para mejorar tu práctica en la guitarra eléctrica o acústica es fundamental; conocer la técnica para colocar la mano y los dedos pulgar e índice medio te ayudará a ganar fluidez y ritmo en tus composiciones e interpretaciones.

En este artículo te contamos todo sobre la técnica (y nuestros mejores secretos) para que optimices tu práctica de guitarra con la mano derecha.

¿Eres zurdo o diestro?

Para tocar correctamente la guitarra necesitas tener un buen uso de ambas manos, sin importar si eres diestro o zurdo. La coordinación entre ellas es fundamental para adquirir fluidez, rapidez y agilidad en tus temas. 

Si eres diestro, la mano izquierda será la encargada de pulsar las notas, mientras que la derecha produce el sonido, por lo que de ella depende la calidad, el volumen, el timbre y la variedad de tonos y sonidos que puedas realizar. 

La postura de la mano

La posición de la muñeca debe ser neutral, como si fuera una prolongación del antebrazo. Intenta evitar flexionarla en exceso, ya que a largo plazo puede resultar en el síndrome del Túnel Carpiano. La mano derecha debe cruzar las cuerdas en un ángulo de aproximadamente 60°, sin ser perpendicular o paralela a ellas.

Si colocas el antebrazo de forma horizontal, con la palma de la mano hacia abajo y relajada, esta caerá ligeramente formando un ángulo de aproximadamente 45 grados con el antebrazo. Esta posición es la más cercana a la relajación y te proporcionará una práctica fácil y fluida. 

¿Cuál es la mejor postura de los dedos para tocar la guitarra?

Por lo general, al tocar una melodía se alterna entre el dedo índice y el dedo medio. En los arpegios, el pulgar se encarga de las cuerdas entorchadas, el índice de la tercera, el medio de la segunda y el anular de la primera. A medida que adquieras un mayor control y sensibilidad en tu práctica, podrás jugar con las otras dos articulaciones del dedo, especialmente con la falangeta, la última de ellas.

Ten en cuenta que los dedos siempre estén en una posición curva que les permita flexibilidad. El dedo índice, el medio y el anular tienen que estar en el mismo plano a la misma distancia de las cuerdas. Por su parte, el dedo meñique solo se utiliza en algunos rasgueos. 

Todos los dedos, salvo el pulgar, pueden quedar en el aire, o puedes colocar alguno sobre la tapa, como el dedo medio, y el índice sobre la primera cuerda. Esta última opción te da más estabilidad, pero ten en cuenta que nunca queden fijados, siempre deben estar en movimiento debido al impulso de la muñeca. 

El pulgar

La técnica del pulgar es, junto con la del rasgueo, una de las más primitivas de la guitarra. En el caso de la guitarra flamenca, como en un principio no tenía función solista, los rasgueados se utilizaban para llevar el compás y el ritmo sobre los acordes que armonizaban el canto. El pulgar, este caso, se encargaba de hacer pequeños solos que el guitarrista utilizaba para rellenar entre canto y canto. 

El pulgar depende de la posición de la mano: idealmente, debe quedar a unos 45º. Ayudado de un movimiento giratorio del antebrazo, conocido como “toque de muñeca” en el argot flamenco.

En la guitarra flamenca, el pulgar toca generalmente apoyado en la cuerda que haya

debajo de la que esté pulsando. Esto le da una sonoridad muy particular, ya que carne

y uña se unen para colorear el sonido de un típico pulgar flamenco.

La yema es la encargada de ponerte en contacto con la cuerda; si interviene la uña, le añade un toque más

brillante, pero siempre de ser la yema; por eso, los guitarristas flamencos suelen tener una callosidad en la  zona de contacto, lo que produce un sonido más seco, cálido, potente y, por supuesto, muy particular. 

Después de atacar la cuerda, el dedo debe quedar frenado, apoyado en la cuerda inferior. Si el siguiente

ataque es en dicha cuerda solo deberías mover el pulgar para producir el sonido. Si, por el

contrario, tocarás sobre la misma cuerda que acabas de tocar o sobre otra diferente a la

cuerda inferior, necesitarás girar la muñeca e ir a la cuerda correspondiente para poder tocarla.

Recomendaciones generales

.Ten cuidado de no percutir las cuerdas. Existen dos formas generales de hacerlo: “apoyando», es decir, descansando el dedo en la cuerda inmediatamente superior, o «tirando». Intenta encontrar una posición que te permita pasar de una cuerda a otra sin grandes movimientos.

.El punto de contacto con la cuerda es justo donde la uña se junta con la yema. Si quieres un sonido más uniforme y claro, utiliza más uña; y si lo quieres más oscuro, más yema.

.Si quieres modificar el timbre, puedes desplazar la mano derecha hacia el puente para lograr un sonido más metálico, o hacia la boca y diapasón para uno más dulce). Generalmente, la mano va hacia la parte derecha de la boca, lo cual da un sonido neutro.

.No pulses dos veces con el mismo dedo, porque te resta velocidad. 

.Asegúrate de que los dedos no apreten la tapa de la guitarra ni se apoyen o anclen en ella; pueden rozarla como punto de referencia, pero no usarla como apoyo físico.

En conclusión

Saber la parte teórica de la técnica para tocar con la mano derecha te será de mucha utilidad para comenzar tu práctica en la guitarra acústica, eléctrica o flamenca. Luego, con el paso del tiempo y a medida que practiques, comenzarás a encontrar tus propios trucos para sentirte cómodo y ganar ritmo, fluidez y practicidad. 

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Categorías: Técnica

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